Escapando del Anonimato

El no sabia su nombre, pero si conocía el de su sonrisa "ternura"
la observaba como un espía recopilando información de su belleza ,pero el miedo a que ella escuchara sus palabras era tan grande tan frió que podía cualtiar sus labios al tratar de hablar. Siempre a las 12 el mismo comedor, distintas mesas, solos con los cubiertos con las miradas invisibles pero que se sienten en la piel sin importar la distancia. dieron las 12:13 otro día pero ella no a llegado, y en su conciencia solo esta la inquietud
-que habrá pasado que entupido fui
-porque no le hable
-donde esta ella
hasta que una voz que no conocía lo distrajo de su arroz con pollo y sus inquietudes
-hola puedo sentarme aquí
fin del anonimato